Visita al médico

Concertaron una cita con el médico para descartar cualquier posible problema de salud relacionado con Emily. “Es mejor ser precavidos”, insistió John.

Aunque se sentía perfectamente bien, Emily estuvo de acuerdo. En la clínica, describieron el comportamiento extraño y persistente de Max. La doctora escuchó atentamente, asintiendo mientras hablaban.

“Hagamos una ronda completa de pruebas para estar seguros”, recomendó. Emily se sometió a varios exámenes: análisis de sangre, escáneres y un chequeo físico completo.

Mientras todo esto sucedía, Max permaneció cerca, con los ojos fijos en cada movimiento, negándose a relajarse.

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