Martha puso su casa a la venta
Decidida a recuperar la tranquilidad, Martha tomó la difícil decisión de vender su casa. El proceso le trajo sentimientos encontrados: este era el hogar que había cuidado, lleno de recuerdos, tanto buenos como malos. “No puedo vivir con lo que pasó aquí”, susurró mientras recorría cada habitación por última vez.
Se puso en contacto con un agente inmobiliario y puso la casa en el mercado, esperando que pronto perteneciera a alguien que pudiera apreciarla con ojos nuevos. Cuando el letrero de “Se Vende” fue colocado en el jardín delantero, sintió tanto tristeza como liberación. Martha sabía que soltar era necesario para sanar. Un nuevo capítulo la estaba esperando.
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