George reveló

George finalmente reveló la verdad: la criatura era una rata enorme y muy agresiva. “Es un tipo raro, más grande que la mayoría y mucho más hostil”, explicó con tono grave. Los ojos de Martha se abrieron de par en par por el asombro. “¿Estás diciendo que esa cosa enorme era solo… una rata?”, preguntó, casi incapaz de creerlo. George asintió solemnemente, claramente consciente de lo inquietante que sonaba eso.

Martha trató de entenderlo, luchando por reconciliar la palabra familiar “rata” con la aterradora cosa que había atrapado en su cocina. “Es difícil creer que algo tan común pueda ser tan peligroso”, murmuró. George añadió: “Esta especie en particular puede causar daños graves tanto a la propiedad como a la salud”. Martha sintió un extraño alivio (no era un monstruo), pero también un horror creciente al saber que una rata así había estado tan cerca.

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