Los pensamientos de Martha daban vueltas

Los pensamientos de Martha daban vueltas en todas direcciones mientras los recuerdos la inundaban: noches en las que había permanecido despierta oyendo arañazos en las paredes, el suave golpe en el ático, el frío escalofrío que la invadía sin motivo. De repente, todo cobró sentido. “Ha estado viviendo aquí, ¿verdad?”, preguntó, con la voz apenas audible por el horror. Se abrazó a sí misma, temblando ante la revelación.

La mirada de George permaneció fija en ella, su rostro indescifrable. Vio cómo los puntos se conectaban en su mente, observó cómo su incredulidad daba paso a una comprensión incipiente. “Está conectado, ¿verdad?”, insistió, con la voz más firme ahora. El miedo seguía ahí, pero ya no la paralizaba. Las piezas encajaban, y lo que formaban era mucho más aterrador de lo que había imaginado.

Advertisements
Advertisements