Carrie Underwood
Carrie Underwood no es ajena al trabajo duro, y esa determinación se extiende más allá de su carrera musical hacia su salud y estado físico personal. Después de dar a luz a su segundo hijo, inicialmente luchó contra las limitaciones físicas, sintiendo que no podía correr tan rápido ni levantar tanto peso como antes. En lugar de centrarse en lo que no podía hacer, tomó la decisión consciente de cambiar su mentalidad y apreciar su cuerpo por todo lo que había logrado.
Underwood se hizo una promesa a sí misma: dejar de obsesionarse con cada ángulo, curva o comida, y en su lugar, concentrarse en su viaje de acondicionamiento físico en su totalidad. Se negó a dejar que la duda la frenara y trabajó activamente para alcanzar sus objetivos de salud. Invirtió en sí misma siguiendo una dieta vegana, usando su tarjeta de crédito para comprar comidas a base de plantas de alta calidad y trabajando en estrecha colaboración con un entrenador personal. Como resultado, se siente más fuerte, más sana y más feliz, abrazando un estilo de vida sostenible que alimenta tanto su cuerpo como su mente.
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