Perro al volante
Este cachorrito tenía un sueño: tomar el volante y sentir el viento en su pelaje. Al principio, sus padres se resistieron, pero finalmente cedieron. ¿Quién podría decirle que no a esa carita dulce y esperanzada? Ahora, se sienta orgulloso en el regazo de su papá durante los paseos, asomándose por la ventana y escaneando las calles en busca de caras amigables, y quizás alguien que sostenga uno o dos bocadillos.
Es imposible no sonreír cuando lo ves paseando, con la cabeza bien alta, sintiéndose claramente el rey de la carretera. Solo un recordatorio importante, amiguito: ¡no olvides tu cinturón de seguridad! Incluso los copilotos caninos más lindos necesitan poner la seguridad en primer lugar mientras están de patrulla.
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