El vínculo creciente de Julián

A medida que los días se convertían en semanas, Julián se encontraba cada vez más unido a los niños de lo que jamás había imaginado. Los años perdidos pesaban mucho en su corazón, y el peso de lo que se había perdido lo llenaba de profundo remordimiento. “Me perdí tanto”, se susurró a sí mismo, observándolos desde la distancia.

La culpa lo carcomía, pero en lugar de dejar que lo consumiera, Julián la usó como motivación para estar presente en sus vidas ahora. Sus acciones se volvieron más sinceras, impulsadas por el deseo de recuperar el tiempo perdido y mostrarles a sus hijos el padre que debería haber sido.

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