Respeto por Elara

Los amigos de Julián hablaban maravillas de los esfuerzos y sacrificios de Elara al criar a los niños sola. “Ha hecho un trabajo increíble con esos niños”, comentó otro amigo. Julián sintió un nudo en el estómago mientras enumeraban sus logros, compartiendo historias de su dedicación y arduo trabajo.

Se había convertido en un pilar de la comunidad, profundamente respetada por muchos. Cada palabra hacía que Julián se diera cuenta de lo poco que sabía sobre la vida que ella había construido sin él. La admiración en sus voces era inconfundible y le caló hondo.

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