Se abre el espacio

Entonces pude sentirlo: un sutil cambio entre los motociclistas silenciosos. Comenzaron a retroceder, casi al unísono, como si se separaran alrededor del camionero como el reflujo de una marea. Fue tranquilo, desapercibido al principio, pero innegablemente deliberado. El espacio que crearon se sentía significativo, un límite que marcaba algo que Jake y Travis habían cruzado sin darse cuenta. Era como si, sin saberlo, hubieran traspasado un territorio que exigía respeto, y los motociclistas lo reconocían en silencio.

La tensión en el aire se hizo más densa, una sensación de anticipación casi eléctrica flotaba sobre la escena. Era como si todos los presentes pudieran sentir que algo monumental estaba a punto de suceder, aunque nadie sabía qué. Aquellos que entendieron la dinámica del momento se retiraron sabiamente, creando espacio para lo que viniera después. La quietud de la multitud, la distancia deliberada, era como un preludio de algo mucho más grande de lo que cualquiera había anticipado.

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