Reflexiones de Gratitud

Volviendo a subir a mi taxi, no pude evitar sentir una ola de gratitud. No era un día cualquiera en la carretera; era un día lleno de lecciones que me llevaría mucho después de dejar la estación. La experiencia me había recordado algo importante: las apariencias pueden engañar. Las personas más calladas a menudo tienen el impacto más profundo, y a veces, es la quietud de una persona lo que transmite el mensaje más grande.

A medida que me acomodaba en el asiento del conductor, listo para continuar mi viaje, me sentí agradecido por los sutiles recordatorios que la carretera a menudo proporciona. A veces, no son las voces más fuertes o los gestos más ruidosos los que dejan las impresiones más profundas; es la fuerza silenciosa que pasa desapercibida, esa que, una vez que la reconoces, permanece contigo mucho después de que el momento haya pasado.

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