Respeto en el Ambiente
A medida que la situación se desarrollaba, la atmósfera alrededor de McClain cambió. No fue un cambio inmediato u obvio, pero fue innegable. Los motociclistas, antes ruidosos y desafiantes, comenzaron a ajustar su postura, sus movimientos se volvieron más medidos, más respetuosos. La tensión que antes existía entre ellos y McClain fue reemplazada por algo más tranquilo, algo más profundo. No era miedo exactamente, sino algo más profundo: un reconocimiento tácito del hombre que tenían delante.
Los motociclistas no se estaban echando atrás por intimidación, sino por respeto a lo que McClain representaba. Su reputación, que había permanecido en el aire desapercibida hasta ahora, empezaba a afianzarse. No tenían miedo, pero entendían que estaban en presencia de alguien que se había ganado su lugar en la carretera. Esto no se trataba de un simple enfrentamiento; se trataba de reconocer a una leyenda. Puede que lo hubieran subestimado antes, pero ya no lo hacían.
