Travis se echa atrás
Travis, quien una vez fuera el más ruidoso y bravucón de los motociclistas, comenzó a retroceder, su anterior bravuconería evaporándose ante los ojos de todos. Era como ver un globo desinflarse, su anterior arrogancia completamente desvanecida. Sus movimientos eran lentos, casi vacilantes, y había una palpable sensación de inquietud en cada uno de sus pasos. Había cometido un error de cálculo, uno que ahora se le hacía demasiado evidente. Con cada paso que daba alejándose de McClain, era como si admitiera, sin palabras, que había subestimado al hombre de una manera que no podía deshacer.
No fue solo una retirada física; fue el comienzo de Travis dándose cuenta de lo superado que estaba. Sus ojos se dirigieron a Jake y luego a los demás, como si esperara algún tipo de apoyo o solidaridad, pero solo encontró silencio. La conciencia colectiva de la multitud sobre el poder de McClain —tanto en presencia como en reputación— era innegable ahora, y Travis supo, en ese momento, que su fanfarronería le había fallado. No se podía negar: se había echado atrás, y todo el mundo lo sabía.