Las Sombras se Alargan
A medida que el sol se ponía más bajo en el cielo, proyectaba sombras largas y estiradas sobre los camiones y las motos. La luz dorada parecía casi demasiado serena para la atmósfera tensa, creando un marcado contraste entre el resplandor pacífico del anochecer y la tensión eléctrica en el aire. Las sombras se hicieron más largas, arrastrándose por el suelo como testigos silenciosos del drama que se desarrollaba, su presencia añadiendo una calma inquietante a la escena, por lo demás, cargada.
La luz cambiante solo aumentaba el suspense, haciendo que pareciera que el tiempo mismo se estaba ralentizando. Era como si todos estuviéramos atrapados en una obra de teatro a cámara lenta, una cuyo final aún no se había escrito. Las sombras parecían acercarse poco a poco con cada momento que pasaba, haciéndose eco de la creciente sensación de anticipación en el aire. La escena se sentía suspendida, como si todo estuviera a punto de algo monumental, pero el acto final aún no se había desarrollado.