Una visita al veterinario
John llevó a Max al veterinario, queriendo descartar cualquier problema físico. Max se sentó tranquilamente en el asiento trasero, sus grandes ojos observando el mundo pasar por la ventana.
En la clínica, John explicó el extraño comportamiento. “Ha estado realmente ansioso, no se separa de mi esposa”, le dijo al veterinario.
El veterinario escuchó atentamente, luego le hizo un chequeo completo a Max, inspeccionándolo de pies a cabeza. John se sentó cerca, esperando nerviosamente cualquier indicio.
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