Gestos
¡Ay, Dios mío, el árbitro de repente golpeó la parte trasera del jugador! Definitivamente fue un ‘touchdown’ no planificado en un área indeseada. Quizás el árbitro solo estaba buscando monedas perdidas en sus bolsillos y, de forma humorística, tropezó en esa “amistosa emboscada”.
Pero así es a veces; parece que el árbitro se tomó la estrategia de “control de nalgas” demasiado en serio. Solo podemos esperar que no haya malentendidos y que el jugador perdone este “traspié trasero” involuntario. ¡Es casi como si el juego hubiera anotado un “touchdown” inesperado, pero de una manera muy inusual!
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