El equipo se preparó
El equipo entró en acción, cada miembro moviéndose con una calma y precisión forjadas por la experiencia. Sus herramientas tintinearon suavemente mientras tomaban posiciones alrededor del fregadero, listos para ejecutar un plan que podría salir mal en un instante. “Sujétalo firme”, dijo George, su voz baja pero autoritaria, sin apartar los ojos del vaso. La tensión en el aire era densa, como si toda la habitación contuviera la respiración.
Marta permaneció completamente inmóvil, con la respiración entrecortada, observando cada movimiento con una concentración láser. Un respondedor deslizó lentamente una delgada herramienta de captura por debajo del borde del vaso, mientras el otro estaba listo con la caja de contención en la mano. “Ya casi estamos”, murmuró George, una advertencia tranquila teñida de urgencia. El corazón de Marta latía con fuerza mientras su agarre se apretaba por reflejo, su mente zumbando con mil escenarios de lo peor.