Cuando tu gato quiere ser un caracol


A los gatos les encanta imitar a otras criaturas, es como un concurso de talentos evolutivo un tanto extraño. Y aquí, tenemos a uno que se transforma en caracol. Enroscado en una espiral perfecta, este minino ha logrado imitar la forma y la suavidad de un molusco con concha con una precisión asombrosa.

Es extrañamente poético. El gato vio al caracol, admiró el acogedor remolino y dijo: “Sí. Esa es mi onda”. Y luego se quedó profundamente dormido como si acabara de completar una obra maestra.

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