Cuando tu gato piensa que las cosas del bebé son para él
Es el gran clásico: las cosas del bebé llegan a casa, y el gato cree que todo ha sido comprado para él. ¿Manta suave? Trono personal. ¿Trona? Asiento real. Y ni siquiera finge compartir.
¿Realmente podemos culparle? Si le tratamos como a un bebé, acabará comportándose como tal. Y nos encanta. Sus pequeñas intrusiones en la vida cotidiana son momentos de risa y amor.
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