Restos extraños
Mientras exploraban más a fondo el almacén, se toparon con lo que parecían ser viejos nidos de animales: cúmulos de pelo, plumas dispersas y huesos roídos. Emma se arrodilló junto a uno de ellos, levantando un mechón de pelo entre sus dedos. “Esto no coincide con Nyx”, murmuró. Ethan, hojeando un libro polvoriento y roto cerca, suspiró frustrado. “Nada de esto es útil”, dijo. Buscaron en cada grieta, esperando encontrar algo que explicara los orígenes de Nyx.
Incluso Nyx parecía confundido. Olfateó en círculos pero no encontró nada de interés. Cuanto más buscaban, menos parecían descubrir. Los nidos insinuaban actividad animal, pero no de Nyx directamente. Su anticipación se convirtió lentamente en decepción. Habían arriesgado el viaje al almacén esperando un gran descubrimiento, solo para irse con más preguntas y una extraña sensación de haber arañado la superficie de un misterio más profundo.
Advertisements
Advertisements