Estos amigos ahora son oficialmente “enemistados”
Si alguna vez te has preguntado qué no ponerte para una boda, aquí lo tienes: un vestido blanco que no es tuyo. El puño cerrado de la novia lo dice todo: no está nada contenta de que alguien que debería haberlo sabido mejor la esté eclipsando.
Lo de ir de blanco a la boda de otra persona es un error garrafal de toda la vida. O esta invitada no tenía ni idea, o venía con ganas de montar un drama. Sea como sea, puedes apostar a que no bailaron juntas después.
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