Quedarse Solo es Decir Poco

Este pobre hombre era claramente el que sobraba en la boda. Rodeado de parejas, estaba solo: sin cita, sin mano que tomar, solo una gran sonrisa incómoda y una energía profundamente identificable. El fotógrafo aprovechó la comedia del momento, capturando lo que podría ser la foto definitiva de un soltero en una boda.

Prácticamente puedes sentir el suspiro que sale de su alma. Todos hemos sido ese invitado solitario en algún momento, viendo a las parejas balancearse con canciones lentas y preguntándonos cuándo será nuestro turno. ¡Ánimo, amigo! Tu momento llegará, y algún día esta foto será solo una historia graciosa.

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