Elara sale de la sala del tribunal

Elara salió de la sala del tribunal con la cabeza bien alta, sintiendo cómo se le quitaba de encima una carga que la había oprimido durante demasiado tiempo.

Marissa se apresuró a su lado, abrazándola con orgullo. “Lo lograste”, susurró con una sonrisa.

Elara le devolvió el abrazo, con los ojos llenos de lágrimas, no de tristeza, sino de alivio. Esta victoria no era solo una cuestión legal; se trataba de recuperar su dignidad y demostrar su resiliencia.

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