Realización

A medida que el caso avanzaba, la cruda realidad golpeó a Caden como una ola gigante. Demasiado tarde, vio la verdadera naturaleza de Liora y la magnitud de sus propios errores.

“¿Qué he hecho?”, pensó, su corazón hundiéndose bajo el peso de su arrepentimiento.

El juez y el jurado escucharon atentamente, con los ojos fijos en la red de mentiras que se desentrañaba.

La pulcra máscara de Liora se hizo añicos ante todos. El ajuste de cuentas final de Caden fue amargo e irreversible.

Sus planes, una vez ambiciosos, ahora yacían en ruinas.

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