Caden, atónito
Caden se quedó inmóvil mientras la evidencia se desplegaba. Los extractos bancarios, las grabaciones de voz y las pruebas de transacciones fraudulentas pintaban un panorama devastador.
Se volvió hacia Liora, aturdido por la traición grabada en cada detalle. La sala del tribunal permaneció en silencio, la tensión era palpable.
Cada documento exponía más verdad de la que podía soportar.
“Esto no puede ser real”, susurró, entumecido por la conmoción.
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