Satisfacción

Después de que Caden se fuera, Elara se quedó junto a la ventana, viendo cómo su coche desaparecía por la carretera. Podía ver la tensión en su postura, la incertidumbre en sus movimientos.

Esa duda visible era una victoria.

Cerró la cortina y exhaló profundamente. El camino por delante se estaba volviendo más claro. Cada movimiento se desarrollaba exactamente según lo planeado.

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