La complacencia de Liora
Mientras tanto, Liora disfrutaba de las comodidades de su nueva vida, rodeada de los lujos que el dinero podía comprar. Con la herencia de Caden financiando su estilo de vida, se sentía segura y satisfecha consigo misma.
“Esta es la vida”, suspiró contenta, con los brazos llenos de bolsas de compras durante una de sus indulgentes juergas. La ilusión de control alimentaba su creciente arrogancia.
No veía motivo de preocupación. Con Caden encargándose de los asuntos legales, Liora se sentía protegida de cualquier posible repercusión, sin darse cuenta de lo precaria que era realmente su situación.
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