La Revelación

Semanas después, Hugo regresó con sus hallazgos, detallados con minucioso esmero.

Expuso los hechos: registros bancarios, recibos, fotografías. Caden y Liora vivían en el lujo: compras de diseñador, cenas en restaurantes elegantes, todo financiado con el dinero de Elara.

“Están usando tu herencia para financiar su nueva vida”, confirmó Hugo.

Elara no lloró. No se derrumbó. Lo que sintió en su lugar fue una oleada de inquebrantable determinación. Este no era el final de su historia, sino el comienzo de su regreso.

Advertisements
Advertisements