Una pregunta que no esperaba


El Sr. Harris se paró frente a ella, con la mirada fija e inquebrantable. “Señorita Melissa”, comenzó, su voz más baja que antes, “espero que no le importe, pero tengo que hacerle una pregunta personal”. Su tono no era agresivo, pero tenía una especie de formalidad que inmediatamente captó su atención. Melissa asintió vacilante, sin saber adónde iba esto. Luego vino la pregunta: “¿Dónde conseguiste este anillo?”

Sus ojos no parpadearon mientras esperaba su respuesta. Había una intensidad en su expresión que ella no había visto antes, algo más profundo que la curiosidad, casi como preocupación. La habitación se sintió más pequeña, como si el aire mismo se hubiera vuelto más serio. El corazón de Melissa dio un pequeño vuelco. Había pensado que este anillo era solo un recuerdo de una vieja relación, pero la forma en que él preguntaba hacía que pareciera que había más de lo que ella sabía.

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