La idea de una amiga
Las mejillas de Laura se pusieron rojas, y su amiga lo notó de inmediato. “¿Qué pasa?”, preguntó. Laura sonrió nerviosamente y le contó sobre su mejor amigo de preescolar, y cómo una vez pensó que algún día se casaría con él. Para su sorpresa, su amiga se emocionó mucho.
Antes de que Laura pudiera protestar, su amiga comenzó a maquinar. Pensó que era el destino e insistió en volver a conectarlos. Laura no estaba segura de si era una buena idea. ¿Podría alguien de quien apenas te acordabas de la infancia seguir importando tantos años después? Ella no lo creía. Pero su amiga sí.
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