Asumiendo responsabilidades


Jamie comenzó a ayudar en casa, decidido a aliviar las cargas de Sarah. Al principio, eran cosas sencillas: recoger los platos, doblar la ropa, organizar la despensa. Poco a poco, empezó a recuperar su papel en el hogar, no como un invitado, sino como un compañero y padre.

Sarah notó el cambio y lo acogió discretamente. Su trabajo en equipo regresó de forma natural, como un ritmo que nunca habían perdido del todo. Cada tarea compartida trajo de vuelta un poco más de normalidad, reafirmando su asociación. No fue dramático, pero fue profundamente significativo: Jamie estaba presente de nuevo, y eso era lo que más importaba.

Advertisements
Advertisements