¿Cámara? ¿Qué cámara?

Justo cuando la pareja se preparaba para una dulce y romántica foto, su gato saltó justo delante de la cámara. Con unos ojos enormes y sorprendidos, miró directamente al objetivo, bloqueando por completo a la novia y el novio que estaban detrás.

Su expresión era una mezcla perfecta de confusión y curiosidad, como si nunca antes hubiera visto una cámara. ¿El resultado? Una foto donde el gato se convirtió en la estrella inesperada, robando el protagonismo de la manera más hilarante.

Advertisements
Advertisements