Vergüenza en la meta

Cruzar la meta de una maratón es un momento de triunfo, pero para una corredora desafortunada, también se convirtió en un desastre cómico perfectamente sincronizado. Justo cuando la mujer de gris estaba a punto de completar la carrera, un compañero corredor le extendió la mano para un saludo de celebración, solo para propinarle un golpe en la cara. La foto captura el instante exacto en que su mano, sin querer, le cubre toda la cara, convirtiendo su gran final en una rutina accidental de comedia.

Lo que hace que esta imagen sea tan valiosa es el contraste de emociones: un corredor emocionado y desprevenido, el otro a mitad de zancada con su victoria, literalmente, oscurecida. Es el tipo de momento que no podrías montar ni intentándolo, congelado en el tiempo con un telón de fondo de espectadores vitoreando y la gloria de la meta. Es un recordatorio hilarante de que incluso en los momentos más triunfantes, la vida a veces te lanza un poco de comedia para mantenerte humilde.

Advertisements
Advertisements