Acrobacias en el metro

El transporte público siempre ha sido un escenario para comportamientos humanos peculiares, pero esta imagen lo lleva a otro nivel, literalmente. A primera vista, parece que la gravedad misma ha fallado. Un hombre cuelga boca abajo debajo de una escalera, con las piernas apoyadas con una precisión asombrosa y las manos tranquilamente cruzadas como si fuera un momento casual esperando el próximo tren. Es a la vez gimnástico y confuso, generando más preguntas que respuestas.

Lo más divertido es la total compostura del hombre, como si este fuera su ritual diario de reflexión antes de ir al trabajo. La yuxtaposición de su actitud tranquila con la posición absurda convierte la escena en una porción perfecta de comedia involuntaria. Ya sea una apuesta, una actuación o simplemente una forma realmente extraña de pasar el tiempo, transforma una plataforma de metro ordinaria en un hilarante cuadro de creatividad inesperada.

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