Acrobacias en el cajero automático

A veces, la arquitectura y las rutinas diarias chocan de las maneras más divertidas posibles. Este hombre, decidido a usar un cajero automático colocado torpemente alto en una pared, se encontró en una posición que desafía la lógica y la conveniencia. Sus piernas se estiran en direcciones opuestas a través de una escalera, con un pie equilibrado en un escalón y el otro extrañamente elevado. La imagen te hace preguntarte: ¿este cajero automático fue instalado por un bromista o simplemente fue un descuido de la ergonomía humana?

El resultado es un extraño acto de equilibrio que parece una escena de un sketch de comedia muda. A pesar de la incómoda pose, el hombre parece completamente concentrado en su transacción, como si esto fuera un día más en su vida. Su comportamiento tranquilo, combinado con una postura físicamente tan incómoda, captura el humor de adaptarse a espacios públicos no construidos con la practicidad en mente. Es un recordatorio visual de que cuando la función falla, la forma toma el control, a menudo de forma hilarante.

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