La sorpresa marina de Gollum
Esta llamativa escena del Aeropuerto de Wellington en Nueva Zelanda deja a los viajeros a la vez divertidos y un poco sorprendidos. Suspendida del techo, una gigantesca escultura de Gollum de El Señor de los Anillos se estira hambrientamente hacia tres peces igualmente enormes, con su expresión de ojos saltones congelada en emoción. No es algo que esperes ver cuando vas a buscar un tentempié o esperas tu vuelo, pero es innegablemente un tributo creativo a la profunda conexión del país con la legendaria serie de películas.
En lugar de pasillos aburridos y una decoración estéril, el Aeropuerto de Wellington ha optado por inyectar un poco de magia de la Tierra Media en su terminal. La escultura es a la vez impresionante y extraña, captando la atención de todo el que pasa. Seas fan de Tolkien o simplemente alguien que busca algo para comer antes de embarcar, esta caprichosa exposición garantiza una experiencia aeroportuaria memorable. Es un recordatorio humorístico e inesperado de que, a veces, incluso las zonas de recogida de equipajes y los patios de comidas pueden convertirse en aventuras de fantasía.